Seguro que no es la primera vez que lees sobre el estrecho vínculo que existe entre el consumo moderado de vino y la salud. Pero ahora, un último estudio ha ahondado en cómo el vino ayuda a mejorar la salud intestinal.
Después de descubrir los motivos por los que el vino es tan beneficioso para tu intestino, ¡seguro que la próxima vez que veas una vinoteca con botellas de vino dentro no te lo piensas dos veces y te tomas una copita!
¿Por qué el vino es bueno para la salud intestinal?
Un estudio que ha realizado un equipo de investigadores de la Universidad de Groningen (Holanda) ha vuelto a poner de manifiesto las ventajas del consumo moderado del vino. Y, en este caso concreto, esta investigación ha puesto énfasis en los beneficios para la salud intestinal.
Para entender bien por qué el vino es beneficioso para el funcionamiento de nuestros intestinos, hay que saber que en este órgano humano conviven bacterias. Algunas de ellas son buenas y otras no.
No obstante, la clave para el óptimo funcionamiento intestinal es lograr un equilibrio entre aquellas bacterias beneficiosas y las que no lo son.
Y el rol del vino en la salud intestinal es mejorar el microbioma intestinal, y equilibrar así el nivel de bacterias buenas con el de las malas.
El vino tinto “se lleva la palma” en lo referente a la salud
Los beneficios del vino tinto para el ser humano son múltiples, como ya comentamos en un artículo anterior.
Y en concreto, según dicen los científicos, la responsabilidad de que el vino tinto sea beneficioso para la salud recae en los polifenoles. Estos compuestos también se encuentran en las verduras, las frutas, y en bebidas como el café y el té.
De este modo, las bacterias que el ser humano posee en los intestinos tendrían la capacidad de transformar los polifenoles en nuevas sustancias, cuya función sería la de reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades.
Pero los beneficios del vino no solo se manifiestan en la salud intestinal, sino también en otros campos. Por ejemplo, el vino reduce el nivel de colesterol, la presión arterial y la cantidad de triglicéridos.
Para que el vino sea beneficioso para la salud, uno de los requisitos es que su fase de conservación haya sido adecuada. Y ahí entran en juego las vinotecas o neveras para vinos, que permiten regular la temperatura y el nivel de humedad de las botellas de vino.
Así, su objetivo no es otro que el de evitar alterar la composición del vino, para que sus propiedades no se vean afectadas y puedan contribuir a la mejora de la salud.
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